Buscar el bienestar personal no tiene por qué convertirse en una misión imposible. En Altus Body Nutriólogos, las nutriólogas saben que entre pendientes, tráfico y mil tentaciones, lo último que necesitan sus pacientes es sumar más estrés. Por eso, sus consejos buscan simplificar la vida y sumar salud de forma realista. Lee esto para más información!
El agua suele ser el primer punto de la lista. Puede parecer asunto menor, pero llevar una botella te salva en el calor del día y hasta en las tardes frías. Dejar un recordatorio en el celular, o poner la botella a la vista en el escritorio o la mochila, hace mucho más sencillo dar tragos a lo largo de la jornada. Este pequeño cambio suele tener beneficios inmediatos: más energía, menos antojos a deshoras y hasta mejor humor.
Otra recomendación muy repetida: planear. Pero no imagines menús dignos de chef internacional. Se trata de preparar la comida solo para pocos días, ajustando las recetas a lo que hay en la despensa y priorizando ingredientes frescos de temporada. Esto permite improvisar y ahorrar, mientras evitas caer en el ciclo de pedir comida rápida porque no hay otra opción. Tener fruta lista, nueces o galletas caseras ayuda mucho para resistir esas tardes en las que el hambre ataca de sorpresa.
Cuando hablan de etiquetas, las nutriólogas lo hacen divertido: checa si lo primero en la lista es azúcar o algún tipo de grasa. Si está entre los primeros tres ingredientes, mejor búscate otra opción. No se trata de vivir paranoicos, sino de elegir con más consciencia, haciendo pequeños cambios que, con el tiempo, marcan la diferencia.
No falta el recordatorio sobre encontrar el balance y evitar los extremos. Si entraste a una reunión y te ofrecieron pastel, disfrútalo. La clave es no quedarse atrapado en la culpa. Al día siguiente, simplemente regresas a tus hábitos habituales. Así, el bienestar se construye poco a poco y no se derrumba por un tropezón eventual.
Celebrar avances es otra de las rutinas del equipo de Altus Body. No solo se trata de llegar a una meta final, sino de ir reconociendo los esfuerzos cotidianos: desayunar mejor, agregar más color a tus platos, elegir agua antes que refresco. Cada pequeño logro empuja hacia el siguiente.
Y claro, el movimiento no se queda fuera. Aquí no obligan a nadie a inscribirse en rutinas extenuantes. Sumar minutos caminando, bailar mientras haces el quehacer, estirarte al levantarte o perseguir a tu mascota suma tanto como ir al gimnasio. El punto es mover el cuerpo y disfrutarlo.
Estos consejos reflejan lo que ven a diario en su consulta: personas con vidas intensas y cambios constantes, que aun así pueden sembrar hábitos de bienestar con acompañamiento adecuado. El bienestar puede integrarse a tu vida paso a paso, con flexibilidad, paciencia y un toque de sentido común, tal como proponen las nutriólogas de Altus Body en Tijuana.
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